martes, 11 de diciembre de 2012

Próxima sesión

Hola a todos!

Os recordamos que el próximo jueves 13 de Diciembre tendrá lugar en la biblioteca del IESO la sesión conjunta de los clubes de lectura juvenil y de adultos; con el fin de comentar el libro "No me iré sin decirte adónde voy", de Laurent Gounelle. Comenzaremos a las 18.30, después de la reunión con los tutores.

¡Un saludo y feliz lectura!

lunes, 23 de abril de 2012

La casa del obispo

Como a mi primo le gustan mucho las historias sobre fenómenos paranormales, un día le hablé de la leyenda que circula entre las gentes de mi pueblo sobre la "casa del obispo".
Cuentan que, cuando los franceses mataron al obispo Álvarez de Castro, las escaleras de la casa quedaron tan manchadas con la sangre derramada que por mucho que se limpien la mancha permanece.
Mi primo quiso comprobar en persona lo cierto de esta leyenda, dado que todos los habitantes de Hoyos la daban por verdadera, y se acercó hasta la casa. No pasó mucho tiempo desde que localizó la mancha hasta que sintió un intenso escalofrío por todo el cuerpo al comprobar todo lo que yo le había contado.
Desde entonces, cada vez que viene al pueblo, evita pasar cerca de la casa, porque, lo mismo que el resto de vecinos, siente, de manera inexplicable, que allí ocurre algo raro.

martes, 10 de abril de 2012

Atrapados

Dicen las voces del pueblo que, hace años, llegaron a Hoyos muchos mineros para buscar oro en una montaña de la zona. Procedían de distintos pueblos de la Sierra de Gata y esperaban prosperar, pues el trabajo estaba muy bien pagado. No pudieron contratarlos a todos, pero los vecinos del lugar creen que los que se quedaron sin trabajo fueron los que realmente tuvieron suerte.
Los mineros comenzaron la excavación con la ilusión de un futuro mejor, sin embargo, pasaban los días, largos y duros, y el oro no aparecía. Los trabajadores apenas descansaban, pero los propietarios de la explotación exigían más y más trabajo, porque cada día que pasaba sin encontrar nada, suponía innumerables pérdidas. Tal era su desesperación, que fijaron un plazo para encontrar oro; si en dos días no lo hallaban, la mina dejaría de ser explotada.
Los mineros, temerosos de quedarse sin trabajo, se atrevieron a adentrarse en lo más profundo de la excavación y un desprendimiento de piedras taponó la entrada y la salida de la mina. Tras varias noches allí encerrados, sin comida, sin agua, sin aire, murieron irremediablemente, creyendo que nadie se había preocupado de socorrerlos.
Cuenta la leyenda que, desde entonces, cada vez que alguien ronda por el lugar de madrugada, puede oír los gritos desesperados de los mineros olvidados que se lamentan de su suerte.
Nazaret Párraga Torres

martes, 27 de marzo de 2012

El Capazo

Cuentan las leyendas que en un pueblecito de la Sierra de Gata vivía, hace mucho tiempo, un grupo de capaceros y capaceras, dirigido por un hombre feo y de rasgos toscos, llamado Camuñas. Todos se ayudaban en las tareas del campo, porque se ganaban el sustento vendiendo aceitunas y aceite.

Un año, después de recoger la cosecha, quedaron desolados. Llevaban largo tiempo sufriendo sequías y las cosechas no eran buenas. Había que buscar otra forma de trabajar la tierra para que diese buen fruto.

El Camuñas decidió entonces reunir a todos los capaceros y capaceras para abordar el problema y encontrar una solución. De este modo, entre todos acordaron celebrar, a principios de la primavera, un ritual para atraer una suerte más propicia.

Y así se hizo. Ya entrado el mes de abril, Camuñas, con motivo de las fiestas patronales, comenzó a deleitar a su grupo con melodiosas canciones inspiradas en su propia vida y, al son de cencerros, recorrió todas las calles del pueblo para reunir a todos los capaceros y llevarlos hasta la plaza para realizar un impresionante “Capazo”. Camuñas sacó el fuego de su bandolera y las llamas comenzaron a elevarse. Con este ritual se pretendía quemar todo lo malo del año anterior y desear lo mejor para el siguiente.

Dicen los ancianos del lugar que, misteriosamente, las cosechas mejoraron y la racha de sequía terminó. Por eso, desde entonces, cada año, cada primavera, el fuego vuelve a quemar la mala suerte y los vecinos del pueblo piden al nuevo año fertilidad para su tierra, entre dulces de naranja, harina y aceite,

Mario Hermoso Hernández

martes, 6 de marzo de 2012

La princesa de la Sierra

Cuenta la tradición que, durante los Miércoles, Jueves y Viernes de Pasión, sale de su refugio subterráneo, situado entre las inmensas moles graníticas de la parte más occidental de la Sierra de Gata, conocidas por el sobrenombre de Torres de Hernán Centeno, la hercúlea y encantada nieta del fiero y temido gigante Fierabrás. En esas noches, a la luz de las estrellas, todos aquellos que se han atrevido a aguardar la aparición de esta hermosa y fornida princesa moruna han observado, con gran asombro, cómo el entretenimiento preferido de esta noctámbula señorita consiste en hacer malabares con las rocas que adornan el hermoso paisaje de nuestra Sierra de Gata.
Es tal la velocidad que llegan a tomar esas titánicas rocas al ser arrojadas al espacio por las fornidas manos de la misteriosa princesa, que más de uno de los curiosos nocturnos ha huido, a toda velocidad, entre los intrincados riscos y tupidos matorrales, por miedo a ser aplastado por alguna de esas gigantescas piedras.
Una vez finalizado tan inquietante entretenimiento, nuestra misteriosa princesa deja en su lugar los objetos de juego y regresa a su acostumbrado refugio. En él aguarda la llegada de algún apuesto príncipe que la libere del encantamiento al que fue condenada en los albores de los tiempos, cuando el resto de la humanidad ni siquiera habitaba estas tierras.
César Robledo Arroyo

El roble centenario

Una antigua leyenda de la Sierra de Gata cuenta cómo dos gitanos llegaron desde las tierras pantanosas de León a las secas llanuras de Extremadura. Los gitanos acamparon en la ribera de un río y sacaron una hogaza de pan y un buen vino, mientras encendían una fogata para calentarse y ahuyentar a los animales que pudieran rondar cerca.
Uno de ellos fue a buscar agua con un cántaro y se quedó embelesado por el brillo de un objeto en las aguas profundas. Sin poder contener la curiosidad y las ganas de arrojarse al río para coger aquel objeto brillante, segundos más tarde, buceaba ya en las frías aguas.
A punto de quedarse sin oxígeno, llegó hasta el objeto y, para su sorpresa, descubrió que no era de oro ni de plata, ni de ningún otro metal precioso. Entonces comprendió el engaño.
Nunca había creído los rumores ni las leyendas de los ancianos, pero en esta ocasión pudo comprobar en persona lo que estaba sucediendo. De entre las aguas surgió una enorme raíz, dura como las montañas leonesas y fuerte como diez hombres juntos, que arrastró al gitano hasta un tronco hundido destrozándolo sin compasión.
Cuando el otro gitano salió en busca de su compañero, se fijó en un árbol que habían visto al llegar y comprobó que había aumentado su estatura; había crecido de manera desmesurada hasta convertirse en un enorme roble con ramas en forma de brazos humanos. Ante semejante visión, el muchacho salió corriendo despavorido y salió del bosque sin mirar atrás.
Desde entonces, la leyenda cuenta que si uno va al Pantano de Borbollón y oye un extraño silbido, se trata en realidad del espíritu del gitano que, atrapado entre las ramas del viejo roble, agita sus brazos para avisar del peligro.
Ismael Buénaga Fuente

Sierra de Gata, tradición y leyenda.

"Como la imaginación no conoce límites y se abre paso por caminos insospechados...
...RE-LEEMOS, RE-ESCRIBIMOS, RE-INVENTAMOS".

Los alumnos de 2º ESO, con ayuda de sus familiares, vecinos y amigos, han recopilado cuentos y leyendas tradicionales de la zona y los han reelaborado hasta conseguir los relatos que aquí se presentan. Algunos están enriquecidos con antiguas canciones, poemillas o incluso recetas tradicionales. Todos son fruto de la imaginación, por lo que resulta difícil señalar en ellos cuánto hay de tradición y cuánto de leyenda.

La casa del ovispo
Atrapados
El Capazo
La princesa de la Sierra
El roble centenario

martes, 28 de febrero de 2012

Fecha II Reunión del Club "Marcapáginas"

Definitivamente, quedan fijadas la fecha y el lugar de nuestra próxima reunión el martes 6 de Marzo, a las 18.00 horas, en la puerta del Ayuntamiento de Villasbuenas de Gata. Esperamos que el libro os esté pareciendo interesante...

miércoles, 15 de febrero de 2012

Logo

Del taller de ex-libris realizado a finales del curso pasado, surgió el logo que estrenamos este año para el Club de Lectura Juvenil. Gracias a Fernando, director del Centro, y a todos los que han participado y contribuido a darle la forma definitiva que hoy os presentamos. El diseño original es de Ismael Buénaga Fuente.

martes, 14 de febrero de 2012

La flor más grande del mundo (Historia basada en el cuento de Saramago)

Con esta historia estrenamos la sección: "Familias por la lectura". Se trata de un cuento basado en el de Saramago que "reinventa" y "reelabora" el material original hasta conseguir esta versión que presentamos a continuación. Iniciamos así una nueva línea de trabajo que pretende implicar a los alumnos y sus familias en la creación literaria a través de la recopilación y la creación propia. Los trabajos se publicarán bajo el siguiente lema:

"Como la imaginación no conoce límites y se abre paso por caminos insospechados...
...RE-LEEMOS, RE-ESCRIBIMOS, RE-INVENTAMOS".


LA FLOR MÁS GRANDE DEL MUNDO
Mª Carmen Martín Hernández
(Club de Lectura "Marcapáginas")

Mi cuento no es para niños, o sí…. Bueno, no se´. Es para quien lo quiera leer y lo quiera disfrutar…
¡Ay, Saramago, en qué lío me he metido! Pero, ¿quién me manda a mí aceptar tu reto? En mi cabeza hay mil ideas, unas tienen que ver con el tema y otras no; pero es mi propia interpretación de tu cuento. No sé ni por dónde empezar, ni qué hacer, ni qué contar, ni, ni, ni, y mil “ni” más...
En el cuento que quise escribir y que ahora os voy a resumir, hay un pueblo de la Sierra de Gata. (Se encuentra al norte de Extremadura. Es un lugar verde y con muchos riachuelos, árboles y flores, muchas flores). Es un pueblo tranquilo, con sus casas de piedra, callejuelas estrechas cuesta arriba y cuesta abajo, sus vecinos tomando el sol en la plaza bajo algún árbol o simplemente al lado de la iglesia y campanas repiqueteando a cada hora que asustan a los pájaros y aves que habitan en esos viejos muros. Ahí situamos a nuestro niño, que es inquieto, avispado, movido y travieso; todo lo quiere ver y todo lo quiere tocar.
Al salir a la puerta de su casa, decide tomar un nuevo rumbo. Sube por la cuesta del barrio judío hasta llegar al camino que, entre jaras, brezos y carquesas, le lleva a la fuente “el grillo”, límite hasta donde los mayores le tienen permitido ir solo. Continúa por el sendero, pasa por olivares, fincas con robledales y pinares y se encuentra con pequeños arroyos que cruza saltando entre sus piedras con precisión y rapidez. Cada vez sube más y más arriba como si quisiera llegar hasta el inmenso cielo azul, claro y brillante, de un día festivo.
El camino es duro y está lleno de cantos y piedras sueltas que, en cualquier momento, podrían echar a rodar e impulsar a caer al pobre muchacho. Pero su afán por llegar al final de la cima es lo que le guía y empuja a seguir esquivando los zarzales del tortuoso sendero. Por fin llega a la cima, entre las ruinas del castillo, donde encuentra una torre Almenara, que es lo único que el tiempo ha dejado en pie. ¿Qué ve?
Es sólo una flor…
Cansado, se acerca y ve la flor casi marchita… Once veces baja a los pueblo de la Sierra, en busca de la mejor fuente de cada lugar para poder llevar el agua más pura, fresca y natural.
Comienza en Acebo. Se acerca a la fuente y encuentra una vieja jarra que le facilita el trabajo de trasladar el agua. Luego le llega el turno a Villamiel, Hoyos y Perales. A medida que avanza el día, va recorriendo pueblos, Robledillo, Descargamaría y Cadalso. Al subir a Santibáñez, se siente ya agotado, pero debe continuar…Llega a Torre de D. Miguel, sólo le falta una fuente en Gata. Mientras, la flor va resucitando y crece y crece.
Su tallo es un tronco de árbol de un verde intenso, en el que se ve palpitar y fluir la clorofila. Sus pétalos semejan aspas de molino con reflejos de arco iris y, cuando el viento consigue moverlos, desprenden tal aroma que embelesa a todos los habitantes de la comarca.
El niño la observa con deleite, se acurruca junto a su tronco; cansado, agotado, pero muy feliz, se duerme cuando en la tarde empieza a refrescar y, la flor, agradecida, se desprende de un pétalo para cubrir y arropar a su salvador…
Al conocer la desaparición del niño, todos los vecinos de la Sierra se lanzan a buscarlo. A punto ya de rendirse y dándolo por perdido, el viento les trae la solución: el aroma que la flor desprende al taparlo, un aroma a flores de campo, a rosas, a jazmines, a violetas, a amapolas, a sentimientos; olor a vida, a esperanza, a alegría. Desde cada pueblo puede percibirse su sutil aroma. Todos miran hacia arriba y descubren la gran flor que surge entre las ruinas de la almenara, sobrepasándola y acariciando el cielo.
Cuando llegan al lugar, comienzan a aparecer las primeras sombras que indican que el día está a punto de terminar. Se sorprenden muchísimo al encontrar al niño dormido. Sus padres lo despiertan y se lo llevan a casa. Toda la Sierra se alegra de su aparición, pero es mayor la admiración y el respeto que sienten por el niño, porque su hazaña es muy grande, quizás la más grande ocurrida en la Sierra.
Al cabo de unos días, sus padres descubren en el reverso de la mano del niño un pequeño tatuaje verde, hecho con el zumo que le dio la vida a su flor, la flor más grande del mundo… El símbolo es:


A partir de entonces, nos representa en muchas de las decisiones que tomamos y cosas que hacemos a todos y cada uno de los serragatinos.

Mi intención ha sido sólo la de entretener; perdonad si he ofendido a alguien intentando escribir un cuento.

miércoles, 25 de enero de 2012

Segunda reunión

En la tarde de ayer, los miembros del club de lectura "Marcapáginas" nos reunimos en la Biblioteca del IESO de Hoyos por segunda vez, con el fin de comentar los relatos de José Saramago que habíamos seleccionado la sesión anterior. La tertulia literaria -de lo más distendida, amena y enriquecedora- se desarrolló tras una breve presentación del autor y el visionado de dos cortometrajes de animación. Al primero de ellos, basado en una de las lecturas a comentar y ganador de un Goya (La flor más grande del mundo) le siguió la proyección de La Bruxa, último trabajo premiado en la misma categoría de estos premios. Para aquellos que no habéis podido asistir, y los que deseeis revisarlos, dejamos los enlaces al final de esta misma entrada, no sin antes mencionar la lectura de nuestro próximo encuentro:

El jardín olvidado, de Kate Morton.








LA BRUXA from lafiestapc on Vimeo.